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sábado, 25 de febrero de 2023

EL MAESTRO NO ES LA FORMA



El Maestro Espiritual no es la Forma que asume, esto es, no esta confinado a una forma en particular, puede manifestarse de diversas formas.
Utiliza diferentes mensajeros para hacernos llegar su mensaje de liberación. Lo importante es el mensaje, no el mensajero.
El único y verdadero Maestro es la Realidad Suprema, la Divinidad, la cual asume diversas formas para recordarnos que no hay nada que temer, toda vez que -fuera del tiempo y del espacio- somos UNO en ella.
"El Maestro, no es una forma, no es un nombre, es una indicación que te dirige al lugar de donde vienes" (Ganga Mira)
El Maestro tiene múltiples maneras de manifestarse ante ti y ayudarte a despertar, ya sea como un personaje, un libro, una Inspiración, una casualidad, una sincronicidad, un encuentro, etc.
Él es la Consciencia, que es una y la misma en todo tiempo y lugar.
Él es nuestro "Sadguru" o Maestro Interno.
Él es el Espíritu Santo que terminará por disolver al ego. (El "sistema de pensamientos del Espíritu Santo" que terminará por disolver al "sistema de pensamientos del ego").
Él es la amorosa Madre que cuidadosamente intenta despertar a su hijo de la alucinante pesadilla que dormido tanto le inquieta.
Así, una vez despierto el hijo, tomará consciencia de que nada de todo lo que imaginaba -y que tanto le mortificaba- existió jamás.
- Gurumau -

 

DIVINIDAD PERSONAL



Cuando duermes y tienes un sueño, el sueño surge de tu mente y es parte de ti, pero simplemente como un reflejo, como un espejismo aparente, no es verdaderamente real porque no es permanente, cuando despiertas se esfuma en la nada todo lo que momentos antes considerabas una absoluta realidad.
El Mundo de las Formas es el sueño del Absoluto in-manifestado para experimentarse siendo manifestado. El UNO como siendo muchos.
Dentro del sueño de la manifestación el UNO olvida temporalmente ser el UNO para poder experimentarse como muchos diversos, creando un mecanismo de identificación de cada forma particular consigo misma, para que ahora cada forma se crea y se sienta ser un ser separado, especial y distinto del UNO (esto es el sentido de identidad personal que nos origina el mecanismo de pensamientos del ego).
El UNO "escondido" en cada forma particular, después de algún tiempo de experimentarse como siendo separado volverá a recordar que no es la forma que cree ser y recordará que no es un ser separado, especial y distinto, sino que es el UNO mismo. A esto es a lo que se le llama "El Despertar", "La Iluminación" o "La Liberación". Es el momento en que la Consciencia toma Consciencia de ser la Consciencia Pura, es decir, el Ser.
Cuando estamos aún dormidos a nuestra verdadera realidad, creemos ser una forma personal relacionándonos con otras formas personales y nuestro camino al despertar suele empezar por adorar a otra forma personal, un maestro o una divinidad personal, pero finalmente tendremos que trascender el concepto de lo personal, para entender que no existen personas.
Las diferentes personas no son más que las diferentes máscaras bajo las que actúa el Absoluto.
El concepto de persona y la creencia y sensación de existir como una persona es precisamente el efecto a producir por el conjunto de pensamientos del ego. Para que pueda tener lugar la ilusión de la separación.
El ego nos inclina a adorar una Divinidad Personal, pues en el fondo lo que quiere es que sigamos creyendo que existen las personas, para que YO siga contento creyendo ser una más de ellas. Lo que en realidad pretende el ego es perpetuar la ilusión de la separación y así él pueda seguir existiendo en nosotros.
Adoramos a un maestro o una divinidad personal y la consideramos especial (mejor y diferente a otro) porque nosotros aún nos queremos sentir "especiales y distintos" (mejores y diferentes a los otros), lo cual es indicativo de que aún la tiranía del ego nos domina y obnubila nuestro claro entendimiento.
Más nosotros no existimos como personas, ni "los otros" tampoco existen como personas, sino que sólo existe el Ser expresándose a través de todas las formas manifestadas. Es decir, no existen diversos seres, separados, distintos, autónomos e independientes del UNO. Sólo existe el UNO, que nunca ha dejado de el UNO.
De lo que se trata es precisamente de desvanecer y trascender nuestro sentido de identidad personal. La Liberación es darnos cuenta de que no existimos como personas. No podemos existir como personas pues no hay nada diferente del Ser. No hay nada fuera de él.
Esta fuerte convicción será la tumba de todo temor personal.
El Ser debe ser visto como la esencia de todas las formas.
- Gurumau -

AL DI LA