Desde hace milenios los grandes maestros de la espiritualidad nos han dicho que el mundo es una ilusión.
En el Hinduismo y el Budismo se utiliza la palabra "Maya" para referirse a la idea de que no percibimos la realidad tal cual es, puesto que existe un “velo” que nos impide acceder a esta “realidad última”.
Es decir, en lugar de mirar al "Ser" como siendo LO ÚNICO Y EL TODO dentro de la Manifestación, vemos TODO lo manifestado siendo diferente del "Ser" y existiendo separado de Él. De esta forma, una percepción inversa y errónea se vuelve la base del truco.
Así como vemos con toda claridad que el mago ha partido en dos partes el cuerpo de su asistente y ha separado dichas partes, de igual forma a los hombres nos parece ver con toda claridad que las formas de la manifestación han sido segregadas y separadas de su fuente: "el Ser".
Así, la falsa idea de la separación tiene por efecto la ilusión de LA DUALIDAD.
LA DUALIDAD, es la ilusión de ver a muchos cuando sólo existe la única individualidad del UNO.
El cúmulo de pensamientos y creencias generadas a partir de la errónea percepción de la separación, engendran un fantasma psicológico llamado "ego o falso YO", el cual tendrá la función de reafirmar y retroalimentar compulsivamente las creencias: "YO SOY" y "YO EXISTO COMO UN SER DISTINTO Y SEPARADO DE MI CREADOR". (Sistema de pensamientos del ego).
Una vez que abrazamos "el sistema de pensamientos del ego", hacemos nuestra la idea de ser un falso YO y creemos que existimos siendo una persona-ego, delimitada por el entorno de nuestro cuerpo y poseedora de nuestra muy peculiar personalidad.
A la creencia de ser persona-ego la acompañan concomitantemente las atemorizantes creencias de la limitación, la escasez, la vulnerabilidad, la enfermedad y la muerte.
El otrora ilimitado y plenipotenciario Ser Absoluto, es visto ahora como un cuerpo limitado, escaso y carente (sin poder relevante).
Al sentirse escaso, carente y vulnerable, la persona-ego siente angustia y reacciona desarrollando una ansiosa y compulsiva ambición por adquirir todo aquello que cree le hace falta.
Siendo, la intensidad de su ambición directamente proporcional a la intensidad con que sufre sus sentimientos de escasez, carencia y vulnerabilidad.
Esta ambición es demente, pues quien ahora cree ser una persona limitada nunca ha dejado de ser, ni dejará de ser, "el Ser", pero lo ha olvidado, el velo de Maya se lo está ocultando, la ilusión del truco de magia está funcionando, hemos llevado la vista y la atención a la chistorra del mago para ver al conejo salir y hemos olvidado fijamos en lo que hacían sus manos.
Para paliar su sensación de carencia, escasez y vulnerabilidad la persona-ego buscará adquirir poder(es), por lo que buscará e intentará probar incesantemente, todo tipo de técnicas y recetas que lo habiliten para generar, atraer y materializar todo lo bueno en su vida y evitar lo malo.
Debido al engaño de existir como un ser limitado y carente, cree que necesita "hacer algo" para aprender, mejorar y evolucionar.
Cree que podrá aprender una fórmula, que podrá mejorar sus habilidades y que evolucionará a tal punto en que podrá llegar a "manipular la realidad a su antojo", como tanto lo anhela su acentuado sentido de carencia.
Más todos estos afanes serán en vano, como los anhelos de concebir de una madre estéril sin óvulos por fecundar. Esto es así porque la persona-ego no existe, es sólo un engendro mental de conceptos, razón por la cual no existe ningún individuo que pueda alcanzar nada ni lograr nada por sí mismo.
Tampoco existe nadie que pueda aprender, mejorar o evolucionar, ni mucho menos que pueda modificar la realidad en sentido contrario a LO QUE ES (que ya está siendo). Tampoco se puede evitar experimentar los opuestos, que son la esencia misma de la DUALIDAD en la Manifestación.
No es la persona quien vive la vida, sino es la vida quien vive la vida a través de la persona.
No vivimos la vida, somos vividos por ella, por lo tanto, no tienes nada que adquirir es sólo dejar fluir.
No hay nada que aprender es sólo recordar y atestiguar.
Escapar de la cárcel mental de creernos seres separados y de su sufrimiento resultante, es lo que los místicos han llamado
"La Liberación".
Como antes se mencionó, a la aparente persona, el ego le hace creer que ella existe. También la engaña haciéndola creer que las cosas en el mundo dependen de su voluntad. La hace creer que "hace" cosas (la hace creer que es "el Hacedor").
Así el ego ha sobrepuesto imaginariamente su existencia a la del "Ser" y ha olvidado que el único actor es el "Ser" dentro de su propia Gran Manifestación.
"El Ser" es la única gran Causa y todo lo manifestado somos sus efectos.
"El Ser" manifestado en forma humana lo único que puede "hacer" es recordar su verdadera naturaleza y atestiguar la Manifestación, por eso los grandes maestros a la forma humana la han llamado EL TESTIGO.
Además, no hay nada por hacer porque ya TODO está potencialmente hecho por "el Ser" en el devenir por venir.
Al olvido de nuestra verdadera naturaleza se le llama CONFUSIÓN.
La CLARIDAD respecto de la persona-ego es que sólo existe un cuerpo, el cual actúa o deja de actuar, por la inspiración, pulsación y motivación directa que recibe del "Ser". Esto es claro hasta que aparece el fantasma psicológico del ego y dice: "ESTA ACCIÓN ES MÍA PORQUE EXISTO YO Y YO LA HICE", en ese instante el mago separa las dos partes del cuerpo en que ha cortado a su asistente, creándose la ilusión de la separación, que tan real aparece a nuestros ojos.
De la misma forma surge la ilusión de la DUALIDAD, apareciendo ante nuestros ojos, "los otros", como aquellos que me puedan dañar o que ya me han dañado.
De esta forma se contamina la neutralidad de todo "el espontáneo acontecer impersonal de la Manifestación" y surge la oposición a LO QUE ES junto con su fruto podrido, el sufrimiento.
Sin embargo, gracias a la Gracia, un buen día el truco de magia será visto, será descubierto, se volverá evidente y entonces el mago no podrá volver a engañarnos. La ilusión se habrá desvanecido para siempre, recordaremos constantemente, sin asomo de duda, que somos "el Ser" y descansaremos disfrutando "la paz que sobrepasa todo entendimiento".
